Ryan un día llegó a su casa fue
directo a su madre Susan y le dijo que necesitaba 70 dólares para comprar un
pozo para los niños africanos, desde entonces, su vida dio un giro enorme.
Ryan nació en Canadá en mayo del
91. De pequeño, en la escuela, cuando tenía tan solo seis añitos su maestra les
habló de cómo vivían los niños en África.
Se conmovió profundamente al
saber que algunos hasta mueren de sed, que no hay pozos de dónde sacar agua,
pensar que a él le bastaba dar unos pasos para que el agua saliera del grifo
durante horas…
Ryan preguntó cuánto costaría
llevarles agua. La maestra lo pensó un poco y recordó una organización llamada
WaterCan dedicada al tema y le dijo que un pequeño pozo podía costar unos 70
dólares.