Según científicos que analizaron datos
obtenidos por un GPS ubicado a 640 kilómetros del epicentro del sismo.
Un software desarrollado por el Laboratorio de
Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha descubierto que el terremoto de
magnitud 7,9 que asoló Nepal el pasado 25 de abril creó ondas de energía que
penetraron en la atmósfera superior de la Tierra, lo que perturbó la
distribución de electrones de la ionosfera o termósfera.
Estas alteraciones fueron captadas mediante
las señales transmitidas por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y
recibidas por un receptor ubicado en una región vecina a Nepal. Luego de que el
software filtrara las mediciones realizadas en esta región de la atmósfera que
se situa entre 60 y 1.000 kilómetros, se mostró la distribución -y
perturbación- de los electrones de la ionosfera.