A la vista una campaña mediática
de la falsi-media hispana y sus sucursales latinoamericanas de la mentira.
Por José Suarez Danós
El ex presidente Chávez denunció
en vida como “extraño”, e insinuó como posiblemente “inducido”, el cáncer que
venía padeciendo y que en el mismo período había atacado a varios líderes de la
izquierda suramericana como Fernando Lugo, Lula Da Silva, Cristina Fernández y
Dilma Rousseaff –agregamos el análogo de Javier Diez Canseco
Como humorístico podría aparecer
para algunos el parafraseo realizado recientemente por el periodista venezolano
Clodovaldo Hernández del enunciado “divide y vencerás”, que la historia
atribuye al emperador romano Julio César –lo citó como “embarra y vencerás”-.
Pero su originalidad y afinidad
con la labor que cumple la “gran prensa” que aglutina empresas periodísticas
privadas del mundo –“la concentración de medios” en el Perú-, establecería el
nuevo y apropiado lema para ella.
Concuerda exactamente con la
naturaleza del “trabajo” que ésta realiza y el “modus operandi” que emplea.
Hernández en artículo de opinión
publicado en su país (1) utiliza la frase “embarra y vencerás” refiriéndose a
la campaña difamatoria mundial emprendida por el diario conservador “ABC” de
España –y otros-, contra Venezuela y el presidente de su Asamblea Legislativa.
El diario español hace poco menos
de dos semanas sindicó al legislador venezolano Diosdado Cabello de ser “líder
del narcotráfico gubernamental venezolano”, atribuyendo como fuente una
supuesta declaración formulada ante la DEA de EEUU por un ciudadano venezolano
llamado Leamsy Salazar (2).
Este, oficial desertor de la
fuerza armada de Venezuela, radicado en EEUU, sería al parecer antiguo
“colaborador” de la embajada norteamericana en Venezuela, la cual lo habría
nombrado “testigo protegido por la DEA para acusar a altas autoridades de
Venezuela de diversos delitos, principalmente de narcotráfico”.
Es de suponer que si Salazar
hubiere prestado tal declaración los primeros medios en publicar “la primicia”
hubieren sido precisamente los de EEUU, toda vez que “la noticia” se generaba
al interior de una agencia de ese país.
Sin embargo no fue así y la “tarea
periodística” fue encomendada a “terceros” ubicados al otro lado del Atlántico
–España, Diario “ABC”-, para ocultar al que parece ser el auténtico y real
promotor de “la noticia” –el gobierno de EEUU-.
“La primicia” fue repicada con el
mismo guión por medios de Latinoamérica de la “gran prensa” –por tamaño-,
caracterizada precisamente por no perderse ninguna de esas campañas de
propaganda negra contra Venezuela.
El Comercio, adalid de la prensa
cesariana en el Perú –“embarra y vencerás”-, rotuló “la noticia” así:
“Venezuela: Cabello dice que un "infiltrado" lo acusa de narco” (3).
Con ese titular falaz aseveraba
“informar” a la población peruana, descontextualizando lo expresado por el
legislador venezolano en respuesta a la campaña mediática de la falsi-media
hispana y sus sucursales latinoamericanas de la mentira.
El encabezado engañoso con que
ese diario manipuló a la opinión pública peruana, inducía al lector a razonar
del modo siguiente:
-Que Cabello se habría referido
al supuesto informante “como “un infiltrado dentro de su organización
narcotraficante” –por lógica suposición de un lector inadvertido-.
-Y que Cabello se estaría
eximiendo de culpa, señalando “que la palabra de un “narco infiltrado” no es
válida para acusar a un “jefe narco” –por ser ambos de la misma calaña-.
Y dentro del contexto general lo
expresado por el presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, tenía un
sentido aclaratorio totalmente distinto.
El diputado señaló en sus
declaraciones que había revisado los antecedentes del desertor Leamsy Salazar
“protegido” por EEUU –supuesta fuente-, y que efectivamente, éste se había
desempeñado por breve período como uno de los miembros de su seguridad
personal.
Pero algo importante que Cabello
adicionó es haber determinado que Salazar cumplió esa misma labor durante nueve
años como miembro de la seguridad personal del ex presidente Hugo Chávez, hecho
trascendente que ahora reavivaba las razonables sospechas en cuanto a la
extraña y prematura muerte del ex presidente –ahora orientadas a Salazar-.
El ex presidente Chávez denunció
en vida como “extraño”, e insinuó como posiblemente “inducido”, el cáncer que
venía padeciendo y que en el mismo período había atacado a varios líderes de la
izquierda suramericana como Fernando Lugo, Lula Da Silva, Cristina Fernández y
Dilma Rousseaff –agregamos el análogo de Javier Diez Canseco- (4).
Como humorístico podría aparecer
para algunos el parafraseo realizado recientemente por el periodista venezolano
Clodovaldo Hernández del enunciado “divide y vencerás”, que la historia
atribuye al emperador romano Julio César –lo citó como “embarra y vencerás”-.
Pero su originalidad y afinidad
con la labor que cumple la “gran prensa” que aglutina empresas periodísticas
privadas del mundo –“la concentración de medios” en el Perú-, establecería el
nuevo y apropiado lema para ella.
Concuerda exactamente con la
naturaleza del “trabajo” que ésta realiza y el “modus operandi” que emplea.
Hernández en artículo de opinión
publicado en su país (1) utiliza la frase “embarra y vencerás” refiriéndose a
la campaña difamatoria mundial emprendida por el diario conservador “ABC” de
España –y otros-, contra Venezuela y el presidente de su Asamblea Legislativa.
El diario español hace poco menos
de dos semanas sindicó al legislador venezolano Diosdado Cabello de ser “líder
del narcotráfico gubernamental venezolano”, atribuyendo como fuente una
supuesta declaración formulada ante la DEA de EEUU por un ciudadano venezolano
llamado Leamsy Salazar (2).
Este, oficial desertor de la
fuerza armada de Venezuela, radicado en EEUU, sería al parecer antiguo
“colaborador” de la embajada norteamericana en Venezuela, la cual lo habría
nombrado “testigo protegido por la DEA para acusar a altas autoridades de
Venezuela de diversos delitos, principalmente de narcotráfico”.
Es de suponer que si Salazar
hubiere prestado tal declaración los primeros medios en publicar “la primicia”
hubieren sido precisamente los de EEUU, toda vez que “la noticia” se generaba
al interior de una agencia de ese país.
Sin embargo no fue así y la
“tarea periodística” fue encomendada a “terceros” ubicados al otro lado del
Atlántico –España, Diario “ABC”-, para ocultar al que parece ser el auténtico y
real promotor de “la noticia” –el gobierno de EEUU-.
“La primicia” fue repicada con el
mismo guión por medios de Latinoamérica de la “gran prensa” –por tamaño-,
caracterizada precisamente por no perderse ninguna de esas campañas de
propaganda negra contra Venezuela.
El Comercio, adalid de la prensa
cesariana en el Perú –“embarra y vencerás”-, rotuló “la noticia” así:
“Venezuela: Cabello dice que un "infiltrado" lo acusa de narco” (3).
Con ese titular falaz aseveraba
“informar” a la población peruana, descontextualizando lo expresado por el
legislador venezolano en respuesta a la campaña mediática de la falsi-media
hispana y sus sucursales latinoamericanas de la mentira.
El encabezado engañoso con que
ese diario manipuló a la opinión pública peruana, inducía al lector a razonar
del modo siguiente:
-Que Cabello se habría referido al
supuesto informante “como “un infiltrado dentro de su organización
narcotraficante” –por lógica suposición de un lector inadvertido-.
-Y que Cabello se estaría
eximiendo de culpa, señalando “que la palabra de un “narco infiltrado” no es
válida para acusar a un “jefe narco” –por ser ambos de la misma calaña-.
Y dentro del contexto general lo
expresado por el presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, tenía un
sentido aclaratorio totalmente distinto.
El diputado señaló en sus
declaraciones que había revisado los antecedentes del desertor Leamsy Salazar
“protegido” por EEUU –supuesta fuente-, y que efectivamente, éste se había
desempeñado por breve período como uno de los miembros de su seguridad
personal.
Pero algo importante que Cabello
adicionó es haber determinado que Salazar cumplió esa misma labor durante nueve
años como miembro de la seguridad personal del ex presidente Hugo Chávez, hecho
trascendente que ahora reavivaba las razonables sospechas en cuanto a la
extraña y prematura muerte del ex presidente –ahora orientadas a Salazar-.
El ex presidente Chávez denunció
en vida como “extraño”, e insinuó como posiblemente “inducido”, el cáncer que
venía padeciendo y que en el mismo período había atacado a varios líderes de la
izquierda suramericana como Fernando Lugo, Lula Da Silva, Cristina Fernández y
Dilma Rousseaff –agregamos el análogo de Javier Diez Canseco- (4).
Hoy Leamsy Salazar aparece como
principal sospechoso de haber administrado isótopos radioactivos a Chávez para
generarle el cáncer que finalmente le acarreó la muerte.
Por esa razón Cabello señaló en
sus declaraciones que no se trataría de un desertor mentiroso, sino que su
labor sería más bien la correspondiente a “un agente infiltrado” de la
inteligencia estadounidense, corroborado ello por “sus servicios” a la DEA y
USAID.
Ese es el enunciado del término
“infiltrado” empleado por el legislador venezolano, que el El Comercio
distorsionó para manipular al ciudadano peruano. ¿En provecho de quién o qué?
Total, ¡eso no importa!. Al
parecer, lo único que se debe tener en cuenta es que “si no se embarra, no se
vencerá”; y el fin trazado por “otros”, de aislar al gobierno venezolano desde
el ámbito mediático, justifica los medios.
Hoy en el ponderado criterio del
destacado periodista peruano César Hildebrandt, esa “gran prensa” y la
denominada “TV basura” que presumentener el control social de la población
peruana, son un problema político-social importante (5).
Nosotros concluimos simplemente
en que la información, tal como el agua potable, no puede seguir siendo
suministrada a la población conteniendo veneno.
Fuente: www.lamula.pe
VÍDEO (Eduardo Galeano; “ Nos mean y los diarios dicen llueve”)Anuncios:
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